REDACCIÓN.- El Colegio de Enfermería de Valencia (COENV) solicita a la Consejería de Sanidad que permita a las supervisoras y adjuntas de Enfermería de los hospitales valencianos, que deben asumir el ‘complemento específico B’ que incluye exclusividad cuando son nombradas, la posibilidad de trabajar en la sanidad privada siempre que puedan compatibilizar sus horarios. Un complemento que, además, no se expone o comunica a las interesadas cuando acceden al puesto de trabajo. Así, el Colegio de Valencia pide acabar con la exclusividad de las supervisoras.
De no ser así, la Administración sanitaria se enfrenta a la carencia sistemática de enfermeras que quieran asumir la responsabilidad de supervisora porque no les compensa aceptar estos cargos. Una carencia que se ha ido agravando durante los últimos años, especialmente, durante la pandemia Covid-19. Convirtiéndose en un escollo que no compensa ni emocional ni económicamente al ser exiguo y porque impide realizar otros trabajos fuera de su horario laboral.
La realidad que debe asumir la Consejería de Sanidad es que por ostentar el puesto de supervisora sólo se percibe 181,73 euros brutos al mes más que el resto de compañeras (se incluyen el complemento específico B y el de destino). Un cargo que no sólo tiene aparejada mayor responsabilidad, sino que imposibilita totalmente el desempeño de otra ocupación en la sanidad privada durante su tiempo libre.
El Colegio de Enfermería de Valencia, por estos motivos, hace una llamada a la consideración de la Administración y de los sindicatos para defender a este colectivo de enfermeras/os de supervisión, en relación con el complemento específico y la dedicación exclusiva inherente. Especialmente, en la situación preelectoral que se vive.
Se trata de una situación muy similar a la que, hasta hace unos meses, sufrían las enfermeras del SAMU y que se resolvió a favor de las profesionales del servicio de Emergencias tras la solicitud del Colegio de Enfermería de Valencia. En noviembre de 2022, Sanidad eliminó la condición de exclusividad del personal de Enfermería de emergencias sanitarias y acordó reconvertir su complemento ‘B’ –que cobra este personal por dedicarse en exclusiva a su puesto– a complemento de tipo A, con el que ya no se limita el trabajar para la privada.
Una situación que no afecta de igual modo a los médicos con un nivel jerárquico parecido, que reciben más de 1.000 euros brutos (700 netos) por asumir el ‘complemento específico B’, pero que para trabajar en la privada pueden optar por otros complementos más permisivos en cuanto a exclusividad y que también mantienen un alto nivel de retribuciones.
Por todo ello, el Colegio de Enfermería de Valencia considera “una incongruencia que, ante la falta de enfermeras para optar a puestos de supervisoras y adjuntas de Enfermería, la Consejería de Sanidad mantenga inherente al cargo una exclusividad –sin anunciarla- tan férrea para las supervisoras y elimine cualquier posibilidad de complementar su sueldo con un trabajo en la privada que sea compatible fuera de su horario de trabajo”.