M. ALCARAZ.- La Conselleria de Sanidad de Valencia ha dado marcha atrás en la aprobación de un protocolo que permitía a las enfermeras escolares dar formación a los docentes para administrar medicamentos a los alumnos. Tal como informa el periódico regional ‘Levante-EMV’, el reglamento se ha modificado seis días después de su firma y entrada en vigor.
El pasado viernes 6 de septiembre, la Conselleria dio luz verde a un protocolo para que los alumnos pudieran recibir medicación, hasta ahora una pauta inexistente. Lo acordado fue que los enfermeros darían una formación al cuerpo de docentes de los centros, y estos serían los encargados en administrar un medicamento a un alumno en caso de que tuviera esa necesidad. Más allá, requería una autorización de los padres para que los profesores, una vez formados, pudieran suministrar la medicación.
Eliminación del protocolo06
Ahora, apenas una semana después de que el protocolo entrara en funcionamiento, desde Sanidad se ha enviado una actualización del documento que elimina esta pauta. Alegan que el anterior tenía como objetivo el estudio y esta actualización marca el protocolo definitivo.
El Colegio Oficial de Enfermería de Valencia ha explicado que, dado que en la actualidad los protocolos “no estén claramente estandarizados” y por tanto que esa falta de claridad “puede derivar en inconsistencias en la respuesta ante un incidente”. Por su parte, el Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (Cecova) aplaude la decisión aunque recuerdan que el rechazo “llega tarde porque debería haberse hecho efectiva hace tres años».
Desde el Cecova ya habían señalado que este protocolo implicaba que aunque el recibiera formación previa, «que fuera el encargado de administrar medicación podría suponer un error en la dosificación, lo que podría tener graves consecuencias».
Rechazo en 2021
Desde que en 2021 el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJ-CV) anuló un protocolo similar que daba potestad a los docentes a dar medicación a los alumnos con enfermedades crónicas que lo necesitaran. Ahora, con la rectificación, vuelve a quedar en el limbo.
La resolución recurrida en ese momento confería a los docentes la responsabilidad de actuar ante una urgencia sanitaria de un alumno, crear y mantener un botiquín y crear y manejar ficheros con información tan sensible y personal como es la de carácter sanitario, algo que las enfermeras valencianas consideraron un verdadero despropósito e incluso plantearon si esto podía incurrir en intrusismo profesional por parte de los docentes.