ALICIA ALMENDROS.- El Hospital Gregorio Marañón de Madrid ha abierto las puertas de su estación lunar en la Unidad de Oncología Pediátrica. Un espacio donde los pequeños se convierten en astronautas y pilotan sus propias naves. “Queremos que las áreas infantiles de los hospitales sean acogedoras y faciliten momentos de ocio y entretenimiento”, afirmó la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, durante la presentación.
La estación lunar de la unidad de Oncología y Hematología Infantil del Gregorio Marañón, que atiende anualmente más de 700 ingresos, está destinada especialmente a niños que precisen de aislamiento o largos periodos de hospitalización.
Decoración
Suelos y paredes decoradas, funciones domóticas y avances tecnológicos pero, sobre todo, mucha luz y color para simular un viaje a otro planeta al que todos quieren unirse. “La acogida es extraordinaria, todos quieren probarla. En el momento en que cogen la tablet la manejan mejor que nosotros”, asegura Juan Carlos Durán, enfermero de Oncología Pediátrica del Hospital Gregorio Marañón.
El viaje empieza en la puerta de la habitación donde se encuentra una pantalla en la que el niño debe introducir su “código secreto” para entrar a la estación lunar y al acceder se encuentra en un sitio mágico donde conocerá a una mascota robótica interactiva, Pleo, a la que tendrá que cuidar.
Evasión
Los pequeños controlan la habitación desde su tablet, pueden ver el firmamento desde sus camas, jugar, aprender, conocer nuevos amigos intergalácticos y, lo más importante, evadirse de la enfermedad que padecen. Cifuentes indicó que “dentro del propósito de brindar una atención integral al paciente con cáncer, queremos ofrecer los mejores tratamientos clínicos y dispensarle una atención personalizada tanto a él como a su familia. Queremos que las áreas infantiles de los hospitales sean acogedoras y que faciliten momentos de ocio y entretenimiento, porque todo ello favorece a la mejor recuperación de los pacientes”.
En la Comunidad de Madrid se diagnostican anualmente cerca de 240 nuevos casos de cáncer infantil y están en seguimiento por diferentes patologías oncológicas en torno a 7.000 menores de 16 años.
Atención
Todos los sanitarios ven la eficacia de este tipo de iniciativas y coinciden en que el propósito de todos es garantizar una mejor atención al paciente con cáncer, ofrecer los mejores tratamientos clínicos y dispensarle de una atención personalizada, tanto a él como a su familia. El objetivo es que estas salas sean acogedoras. “Este tipo de iniciativas les ayuda a evadirse. Al no estar pensando en su proceso, lo mal que lo pasan y demás, lo sobrellevan mucho mejor. Nosotros llevamos a cabo la terapia, el seguimiento de sus procesos de cáncer, el aislamiento en el trasplante de médula… y con la estación lunar se consigue el confort del niño y de la familia ante todo. Y que todo vaya mejor y regresen a casa en mejores condiciones”, relata Durán.
Sin duda, un espacio donde la sonrisa de los más pequeños está asegurada.