MARINA VIEIRA.- La vocación no acaba cuando se acaba el ejercicio profesional. Y, si no que se lo digan a las enfermeras jubiladas que colaboran como voluntarias en el Hospital Clínic de Barcelona para que los niños prematuros del centro sanitario cuenten con acompañamiento el mayor tiempo posible. Este programa, iniciado por enfermería, tiene doble objetivo: ayudar a las familias con niños ingresados en su unidad e implicar a enfermeras jubiladas para que no pierdan el vínculo con su profesión.
“He estado 38 años trabajando en el Hospital Clínic. Llevo jubilada siete y conocí este voluntariado porque una excompañera es la encargada de organizarlo y siempre me animaba a hacerlo. En principio me daba miedo porque considero que el voluntariado es una cosa en la que te tienes que sentir muy cómoda y yo de voluntaria con personas mayores no me veía. Pero cuando me enteré de este programa de prematuros no lo dudé”, afirma Montserrat Fabreres, enfermera jubilada voluntaria en el Hospital Clínic (Barcelona). Esta enfermera, que lleva la profesión muy dentro y la siente por completo en sus carnes reconoce que está siendo una de las experiencias más gratificantes de su vida y que le permite volver a reconectarse con los pacientes. “Yo podría ser ciega, sorda o muda y el crío no enterarse. Pero si lo toco, lo acaricio, se entera. Podría estar diciendo la palabra más absurda con caricias y qué es lo que recibe: tan solo la caricia. Pienso que la manera de transmitir la ternura es a través del tacto, esto en su cerebrito tiene que quedar marcado para toda la vida”, relata con emoción Fabreres, “a mí también me va a quedar grabado toda la vida, pienso que cuando sea viejecita y me acuerde de los canguros que hice también me va a hacer sonreír” añade la comprometida enfermera.
Formación previa
El programa cuenta con una formación previa en la que las enfermeras enseñan a los voluntarios, ya sean sanitarios jubilados o no, cómo han de proceder para hacer el método canguro. “Las enfermeras te enseñan a como tienes que lavarte, cómo tienes que meter las manos en la incubadora para coger al niño, cuando pones las manos dentro de la incubadora no vas a meterte ahí de una manera brusca. Nos enseñan con un muñeco primero a poner el termómetro, a cambiar la sonda para ver la saturación”, ejemplifica Fabreres. “Vengo dos o tres veces por semana y me puedo quedar hasta dos horas tan sólo escuchando su respiración. Notan el latido de nuestro corazón, imagino que le recordará a cuando estaba dentro de la madre”.
Ayuda para los padres
Los padres, por diferentes causas no pueden atender todas las tomas que se requieren para cuidar de estos delicados recién nacidos. Por eso las enfermeras se plantearon buscar apoyo en per
sonas voluntarias que pudieran suplir a las familias cuando les fuera imposible estar. “A veces tienen otros bebés, horarios laborales complicados. Yo entiendo que si tienen que estar tres meses los bebés ingresados es muy difícil venir aquí. Si tienen que dormir, tienen que tener su tiempo. Muchos padres también tienen otros hijos y también les tienen que dedicar tiempo. Se les hace muy complicado venir a todas las tomas”, concreta Mireia Perera, enfermera del Hospital Clínic de Barcelona y una de las enfermeras encargadas de la iniciativa.
Un proyecto 100% enfermería
Las enfermeras de la unidad de neonatos del Hospital Clínic de Barcelona son quienes han desarrollado el programa de principio a fin. “Empezamos hace un año unas siete enfermeras. Vimos que el método canguro era muy beneficioso para los niños. Pensamos que sería muy bonito que enfermeras jubiladas lo hicieran, pensando en si nosotras estuviéramos jubiladas nos gustaría hacerlo”, relata Mireia Perera.
Una iniciativa que cuenta cada vez con más adeptos, que ayuda también a las enfermeras a dedicar su trabajo al cuidado del neonato y en la que los voluntarios están encantados. “Se ve que lo explico con tanto entusiasmo que todo el mundo me dice. ‘Oye yo me apunto, yo me apunto’. Pero claro, hay un tope porque las enfermeras que están ahí tampoco pueden estar dejando entrar y salir a gente muy diferente”, concluye la enfermera jubilada voluntaria.
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Un Comentario
Carmen Perdomo Perdomo
Buenos días!!! Estoy recién jubilada y no sé qué hacer con mi vida, quiero ser voluntaria en un hospital o materno infantil en Las Palmas de Gran Canaria
Soy enfermera