MARINA VIEIRA.- En la charla que ponía fin a la formación de Voluntariado Internacional que, cada año, organiza Enfermeras Para el Mundo (EPM) antes de que las enfermeras voluntarias partan a sus destinos, Encarna Pinto, directora de EPM lo dejaba claro “el viaje de verdad ya ha empezado”, exclamaba. Una mochila, una camiseta, una chapa y el emblemático chaleco de la organización, son los objetos que se han entregado a las 34 enfermeras de diferentes provincias de España que han sido seleccionadas por EPM para cubrir las plazas de Voluntariado Internacional. Con estos símbolos en sus maletas, las enfermeras han partido a sus hogares unos meses antes de emprender una aventura que, sin duda, cambiará sus vidas. Ecuador, Bolivia y Guatemala son los países a los que estas jóvenes enfermeras acudirán en los próximos meses para involucrarse en diferentes programas de promoción de la salud que tiene la organización enfermera en el continente Latinoamericano.
La formación de Voluntariado Internacional (VOLIN) de Enfermeras Para el Mundo ya ha terminado. La ilusión, los nervios y las ganas de aprender son las sensaciones que comparten las jóvenes enfermeras que partirán a Latinoamérica. Así lo expresa Maritxu Eizaguirre, una enfermera donostiarra que viajará próximamente a Bolivia “una experiencia así te hace ver las cosas de otra manera”, relata. En la misma línea, se encuentra la opinión de Saioa Sánchez, enfermera seleccionada para ir a Ecuador “me parece una buena oportunidad tanto para aprender, como para hacer un intercambio cultural, conocer la vida allí o pegarnos un golpe de realidad”, confiesa la joven enfermera.
Durante tres días, la organización cita a las enfermeras seleccionadas en su sede y se encarga de que las voluntarias resuelvan sus dudas y conozcan en profundidad los proyectos en los que van a involucrarse. “Aquí es donde explicamos todo: desde lo que van a hacer a partir de mañana, que salen de la formación, lo que tienen que hacer antes del viaje, durante el viaje y a la vuelta”, enumera Gema Monteagudo, coordinadora del programa VOLIN de Enfermeras Para el Mundo. Tampoco han sobrado los mensajes de ánimo para las intrépidas sanitarias que han decidido dejarlo todo para cambiar su vida durante un tiempo y ayudar a los más desfavorecidos en Latinoamérica “les decimos que mantengan la mente abierta, los ojos muy abiertos y que estén dispuestas a aprender, a compartir y sobre todo a disfrutar de la experiencia”, concluye Gema Monteagudo.
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