IRENE BALLESTEROS.- “Ser enfermera no es fácil. Comenzando por la formación y el concurso del Ministerio de la Salud, que no es para nada accesible. Mi país no da oportunidades al personal formado. Por otro lado, los hospitales privados contratan al personal por favoritismo y el salario en general no es aceptable. La profesión me ha ayudado en relación a mi familia, ya que me buscan para que les ofrezca consejos y recomendaciones enfermeras. Mi entorno me reconoce y me respeta, aunque económicamente es una profesión deplorable. Sin embargo, siento una gran satisfacción por parte de los pacientes, de los que me rodean y de mis colaboradores”. Estas son las palabras de Willimina Tatsinkou, una enfermera de Camerún que se enfrenta cada día a un sinfín de problemas para ejercer su profesión en un país como Camerún. Ingresos apenas existentes, falta de material, de reconocimiento por parte de las administraciones y, sobre todo, falta de oportunidades para ejercer una profesión que se dedica en cuerpo y alma a curar y cuidar.

Willimina lleva 15 años siendo enfermera en Camerún en el Hospital Protestante de Njissé (al oeste de Camerún) y, hasta que no ha realizado la formación ofrecida por la Fundación Recover, no ha sido consciente de la forma de trabajar que tienen otras enfermeras en diferentes partes del mundo. “Después de 15 años de servicio, revisar mi forma de trabajar, compartir las experiencias de otros centros y mejorar mis conocimientos para que ya no practique la rutina ha sido muy enriquecedor”, comentaba sobre la formación recibida. Y es que, la Fundación Recover ha diseñado el programa “Formación: capacitando el futuro” donde pretenden, a través de programas de formación orientados a profesionales sanitarios, hacer accesible una sanidad de calidad a todas las personas en países del África subsahariana, concretamente en Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, Benín y República del Chad.

Fundación Recover

Nery y Marcelle Medou, responsable de telemedicina y pacientes en África

“Nuestra capacidad es limitada, nos gustaría beneficiar a muchos más enfermeros en los países donde trabajamos. En el programa “Formación: capacitando el futuro”, beneficiamos en 2021 con formaciones académicas a nueve enfermeros/as, y en 2022 a cinco. Además, una media anual de 100 enfermeros y enfermeras reciben formación en cursos online y 200 enfermeros y enfermeras de diferentes centros reciben formación continua a través de los casos de diagnóstico que se suben a la plataforma del programa “Telemedicina: sanidad que conecta”. Equipos de enfermeros y enfermeras reciben también entrenamiento durante las campañas que se realizan en algunos centros africanos, con la participación de voluntarios españoles que los visitan”, cuenta Nery Villalobos, responsable del programa.

Objetivos

El objetivo de los programas desarrollados por esta Fundación es que todo paciente de los hospitales de África subsahariana reciban una atención de calidad, algo que sólo es posible si cuentan con un personal de enfermería formado y reconocido, porque “el personal de enfermería de estos centros sanitarios, diagnostica y trata a los pacientes y a fin de que las enfermeras estén preparadas ofrecemos una diversidad de medios para que puedan hacer un buen manejo de los casos de sus pacientes“, continúa Villalobos.

Fundación Recover cuenta con diferentes proyectos, entre ellos, la Telemedicina, de los cuales el 89% de los usuarios corresponde al personal de enfermería. Programas como estos hacen ver la necesidad de formación sanitaria que existe en estas regiones y es que “una enfermera bien formada es capaz de afrontar el desafío que existe en zonas rurales. Una enfermera bien formada toma decisiones concretas y esta formación puede aliviar a la población. Si la enfermera hace un buen manejo de los casos, los pacientes estarán satisfechos al haber recibido el tratamiento apropiado”, cuenta Willimina.

Willimina Tatsinkou, enfermera en Camerún

Entre los programas que plantea la Fundación Recover, esta enfermera camerunesa seleccionó la formación en seguridad de transfusión sanguínea debido a que la población en la región que ella se encuentra “es 80% musulmana, que presenta anemia y por la que realizamos en mi centro una media de 45 transfusiones al mes. El departamento no dispone de un banco de sangre, se realizan transfusiones de extrema urgencia y sin cumplir la normativa exigida, con el riesgo de crear aún más problemas al paciente. Por eso escogí esta formación, a fin de salvar vidas, contribuir y participar en un mejor manejo de los pacientes que deben ser transfundidos, no sólo en nuestro centro, sino en el departamento”, cuenta la enfermera.

Nuevas prácticas

Proyectos como los que implanta la Fundación Recover “son importantes porque el personal no carece por lo general de recursos y los centros cuentan con pacientes con mucha necesidad de atención en diversas especialidades. La carga de enfermedad es muy alta y la proporción de profesionales sanitarios es mínima y no cuenta con una formación para atender pacientes a nivel médico. Entonces, la formación, en todas sus formas, es muy necesaria para que traten con seguridad los casos que les llegan y la población reciba una atención de calidad”, concluye Villalobos.

Descubrir nuevas prácticas, compartir experiencias o mejorar los conocimientos y la formación para garantizar la calidad asistencial es lo que proporcionan las formaciones de esta Fundación de la que Willimina se ha beneficiado. “Si un enfermero o enfermera dedica un tiempo a leer los casos que se comparten en la plataforma mejorará cada día su forma de trabajar, descubrirá otros métodos en el manejo de diferentes patologías, de otras regiones de África y del mundo”, concluye la enfermera de Camerún.