GEMA ROMERO.- Las prácticas de los estudiantes de Ciencias de la Salud en la Comunidad de Madrid, incluyendo Enfermería, finalmente podrán realizarse a partir del 1 de septiembre, después de que en la resolución de la Consejería de Sanidad, publicada este miércoles en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) que hace obligatorias las mascarillas en todos los ámbitos, incluso cuando se puede respetar la distancia de seguridad, se haya incluido una disposición para el autorizar la realización de las prácticas de los estudiantes, “si la situación epidemiológica en los centros lo permite”.

Así, aunque finalmente no se ha tratado de una resolución específica, como estaba previsto en un principio, sí se ha incluido en todas medidas preventivas para hacer frente a la crisis sanitaria del COVID-19, aprobadas por el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid el pasado martes, y publicadas en el BOCM al día siguiente, 29 de julio.

En el articulado se establece que “el inicio de las prácticas clínicas y actividades docentes de estudiantes de grado en Ciencias de la Salud u otras titulaciones y ciclos formativos, incluidas las prácticas de los ciclos formativos de formación profesional, cursos y actividades docentes que se desarrollan en los centros sanitarios, establecimientos sanitarios, fundaciones de investigación biomédica e institutos de investigación sanitaria así como en las instalaciones docentes de la Consejería de Sanidad, se podrán reiniciar a partir del 1 de septiembre, si la situación epidemiológica en los centros lo permite, en consonancia con la recuperación de la actividad asistencial habitual y de acuerdo a la capacidad docente del centro”.

Precisamente esa vinculación a la situación epidemiológica es lo que más preocupa en la comunidad universitaria. Como expresaba hace unos días en declaraciones a DiarioEnfermero.es Eva García Perea, directora del Departamento de Enfermería de la Universidad Autónoma de Madrid, quien ha reclamado de forma muy activa la vuelta a las prácticas de los estudiantes, esta orden “al vincular la vuelta a las prácticas a la situación epidemiológica, no nos garantiza que realmente vaya a ser así, así que lo que estamos es expectantes, porque la situación epidemiológica no va a ser mejor que ahora. Yo siempre abogo por que los estudiantes tienen que aprender lo que nos ha tocado vivir y hay que aprender a trabajar también en esta pandemia. Tendrán que aprender a ponerse un EPI y a prestar los cuidados de excelencia con seguridad que nos caracterizan a la enfermería española”, explica García Perea.

En un principio, cuando estalló la pandemia “yo fui muy partidaria de que se suspendiesen las prácticas, porque no había material de protección suficiente, ni se garantizaba la seguridad de los estudiantes, pero una vez que ya se sabe ahora toca aprender a convivir con esto. Los que tenemos más años hemos vivido cuando el VIH no se conocía lo que era y nos protegíamos y hacíamos nuestras prácticas adoptando precauciones. Los estudiantes ahora igual tienen que aprender con las medidas de prevención y seguridad”, destaca García Perea.

Importancia de las prácticas

Y es que en una titulación como Enfermería, las prácticas son fundamentales. Para Diego Ayuso, secretario general del Consejo General de Enfermería, “el conocimiento de la práctica asistencial de forma directa, tutelado por enfermeras, es clave para el buen desarrollo formativo de las profesionales. Los conocimientos teóricos hay que aplicarlos al ámbito práctico y por ello las prácticas clínicas son esenciales, para comprobar un buen desempeño clínico y asistencial de lo adquirido en la teoría, y esto solo se puede adquirir y comprobar en las prácticas clínicas”.

De la misma opinión es Alicia Andújar, presidenta de la Asociación Española de Estudiantes de Enfermería, para quien “los cuidados se aprenden cuidando, a pinchar o sacar sangre, se aprende pinchando, y a tratar con el paciente se aprender atendiéndolos”. Por ello “desde la asociación de estudiantes abogamos porque se vuelvan a realizarse las prácticas con normalidad, asegurando eso sí la protección de los estudiantes”, concluye.