MARINA VIEIRA.- Miguel Heras fue trasplantado de hígado en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda y desde entonces es paciente de Yolanda, confiesa que “para mi encontrar a Yolanda como enfermera es una de las mejores cosas que me ha pasado, es más, ella casi me salvó la vida porque yo tenía un problema en la sangre y justo cuando estaba en el quirófano se dio cuenta de que la sangre que me podían meter en el cuerpo no era la adecuada”. El paciente valora a su enfermera como si fuese parte de su familia “como profesional es maravillosa y como persona es la mejor. Desde entonces me une con ella una amistad cada día mayor, ha llegado a ser para mi como un familiar porque es maravillosa”. Además, es un apoyo para todo en su vida “tengo otros problemas de hernias discales, me han operado cinco veces y siempre cuento con ella. Siempre que estoy en el hospital ingresado – como hace unos días que estuve con neumonía- me sube a ver todos los días. Para mí es como un bálsamo. Simplemente es muy buena persona”, explica emocionado.
Por su parte, Yolanda Cítores es enfermera desde hace 24 años en el mismo hospital y conoce a Miguel desde que, hace 17 años, fue trasplantado de hígado. A la enfermera le produce una gran satisfacción recibir este tipo de reconocimientos de sus pacientes porque “cuando un paciente necesita ser atendido el que haya una profesional que pueda escucharle y atender sus necesidades es un elemento fundamental”. Además, considera que “es un enorme placer que un paciente como Miguel te diga cosas tan bonitas que llegan al corazón y te hace sentir como profesional con una gran satisfacción”. La enfermera también siente un vínculo muy estrecho con su paciente y confiesa que “siempre la huella que deja a un paciente es inmejorable y más en este caso, como el caso de Migue en el que casi somos familia”.
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