EUROPA PRESS.- El Colegio de Enfermería de Zaragoza aboga por mayor presencia de Enfermeras de Geriatría en las plazas de difícil cobertura, que están en pueblos pequeños alejados de la capital aragonesa, con una población cuya media de edad puede estar en los 60 años.
Así lo ha planteado en relación a la propuesta sobre qué tipo de especialistas han de rotar en la Atención Primaria en esas plazas de difícil cobertura, según el Plan de Atención Primaria y Comunitaria de Aragón para el periodo 2022-2023, y teniendo en consideración la estructura de la pirámide de población en esta comunidad autónoma.
En opinión del colegio, «si se quiere hacer una verdadera mejora en Atención Primaria, creemos que es el momento de que la Enfermera Especialista en Geriatría no solo debe estar en las residencias», sino en los Equipos de Atención Primaria.
Esta organización ha dicho desconocer el contenido del Programa de Atención a la Salud de las Personas en Residencias y sobre la figura de la enfermera referente han pedido dotarla de herramientas para poder realizar su labor.
En una nota de prensa, han hecho una valoración del Plan de Atención Primaria y Comunitaria de Aragón para el periodo 2022-2023, tras finalizar el pasado 31 de marzo el plazo para presentar alegaciones, que se inició tras una reunión celebrada el día 22 del mismo mes con responsables del Departamento de Sanidad.
En este sentido, la organización colegial ha expresado su «sorpresa» al conocer que el documento definitivo se remitió al Ministerio de Sanidad el 31 de marzo, misma fecha en que terminaba el plazo dado a asociaciones y colegios para que presentarán alegaciones.
El Colegio de Enfermería de Zaragoza ha explicado que ha estudiado el borrador del plan «con minuciosidad» y ha elaborado una serie de propuestas de cambio, que por esa premura, puede ser que no se hayan tenido en cuenta, si bien «nos parecen muy importantes porque precisamente responden al análisis poblacional que el propio Gobierno aragonés había realizado».
EQUIPO DE ATENCIÓN PRIMARIA
Esta organización ha manifestado, en lo que se refiere a consolidar el papel de la Enfermera Familiar y Comunitaria de Atención Primaria, que esta puede atender desde la infancia a la vejez ya que en su formación se contemplan todas las etapas de la vida, al tiempo que se requeriría del apoyo para situaciones específicas de la especialidad de Pediatría y de la especialidad de Geriatría.
Por eso, el anuncio realizado de la creación de 106 plazas de Enfermería Familiar y Comunitaria debería ir acompañado por un plan que establezca plazos y fórmulas para la reconversión de las actuales plazas de Enfermería en Atención Primaria por plazas de Enfermería especialistas en Enfermería Familiar y Comunitaria.
En el bloque de Recursos Humanos, esta organización colegial ha incidido en que la ratio enfermera/paciente está «infradotada» y que para modularla, junto al citado criterio poblacional, se ha de tener en cuenta la carga de multimorbilidad o de complejidad y el número de residencias de mayores por zona básica de salud.
Otras alegaciones hacen referencia a la necesidad de reconocer de forma explícita la existencia de las enfermeras especialistas en el ámbito de la Atención Primaria, así como de que la Administración respalde a los equipos docentes encargados de formar a dicho personal.
Por otra parte, el colegio ha recordado el papel investigador de las profesionales de Enfermería, «que, a día de hoy, se encuentran con dificultades para poder acceder a los datos que generan» para usarlos, posteriormente, en sus estudios.
CAPACIDAD DE RESOLUCIÓN
El colegio profesional ha apostado, en cuanto a capacidad de resolución, por dotar a las enfermeras de herramientas ya diseñadas y a las que actualmente no tienen acceso, como la posibilidad de realizar interconsultas, virtuales o no, entre niveles asistenciales.
Sobre un incremento del gasto en herramientas como SaludInforma, el Colegio se ha mostrado comedido ya que, si bien ha estimado importante el desarrollo de las funcionalidades telemáticas, «es preciso priorizar el gasto en descongestionar los servicios de admisión de los centros de salud».
Además, gran parte de la población, sobre todo la que entra dentro del rango de la senectud, ya tiene dificultades de interacción y comunicación con sistemas mucho más establecidos como, por ejemplo, el uso del teléfono. Por tanto, la baza tecnológica puede resultar menos eficaz en este grupo de edad.
En lo que se refiere a la calidad asistencial, ha advertido de la no inclusión de la Estrategia Nacional de Cuidados Paliativos. Por lo que respecta al presupuesto, ha evidenciado la «escasez» de fondos para mantenimiento y reposición de materiales como aparatos para electrocardiogramas, audioscopios, neveras para vacunas e incluso mobiliario básico como sillas o mesas.
A su entender, disponer de ecógrafos puede ser útil para diagnosticar algunas patologías, «pero debería existir un presupuesto en mantenimiento para que las instalaciones y aparataje sean dignos».